De User:Mdf - Image:Archilochus-alexandri-002.jpg, CC BY-SA 3.0,
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Del ruiseñor dame el canto;
de la golondrina dame el
vuelo;
y para calmar mi llanto
dame pronto tu consuelo.
Del colibrí dame sus alas;
del halcón dame su pluma
timonera;
tengo que esquivar las balas
de una mafia muy fiera,
Del búho dame sus ojos;
de la alondra dame su
amanecer;
para curar mis enojos
consuela con amor mi padecer.
Del gorrión dame su sencillez;
del agaporni dame su
simbolismo;
no me dejes caer en la
estupidez
ni me dejes caer en el abismo.
Del cenzontle dame su
xenoglosia;
del vencejo dame su libertad;
líbrame de la ortodoxia,
del boato y de la majestad.
Impersonem.
Vaya, cómo poetizas a las aves del cielo y de la tierra, que diría Neftalí Reyes Basualto, alias tú sabes...Qué sería de los vuelos de la mente si el vuelo de los pájaros.
ResponderEliminarEstaba un día mirando información sobre el colibrí, que es un pájaro que me tiene fascinado, y empecé a mirar cosas de otras aves y al final escribí esta ocurrencia.
EliminarNo conocía que Neruda se hubiera pronunciado en esos términos, ahora, gracias a ti, ya lo sé.
Todos los animales me fascinan, pero la capacidad de las aves para volar siempre ha capturado mi atención desde niño...
Seguramente los vuelos de la mente no serían poéticos sin el referente del vuelo de las aves.
Abrazo