Ya se acerca el otoño;
ya lo anuncian
las hojas yacentes
en el suelo del tiempo;
ya lo anuncia
el adiós del agosto
donde madruga y trasnocha
el frío en el rostro…
Ya lo presiente
mi alma doliente
viendo
cómo el Sol se reclina,
cómo la savia escasea,
cómo las hojas se mueren…
Ya lo presiente
mi alma doliente
viendo
cómo mi corazón
se envuelve en un manto
de melancolía y desasosiego.
¡Cómo me pesa septiembre
por más que el nueve
sea mi número favorito!
El 6 abre el verano
y el 9 lo cierra
en un yin-yang
que me acorrala.
Impersonem.
Optimista: vivimos entre un 69 las vacaciones. Pero.... ¡y la luz de otoño?
ResponderEliminarAbzo
Por un momento pensé que leía a Jorge Manrique. Un eco tan crepuscular el de este poema...¿o solo otoñal porque vamos hacia la decadencia del estío? Sabes, tengo la sensación a veces que las estaciones del año no tienen ya personalidad. Al menos donde yo moro. Todo tan trastocado. ¿Las hojas caídas? Llevamos todo el verano y a medida que agosto ha ido transcurriendo tal parecía que Otoño se hubiera anticipado. Todo tan raro. Vivamos, no obstante, como si no nos sintiéramos afectados. Salve.
ResponderEliminarEl otoño se acerca y nos va enseñando sus colores...
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarVenga, Imper, que el otoño es la estación mas bella del año...
Un abrazo para consolarte.
El otoño tiene peligro para los corazones sensibles.
ResponderEliminarPero aún así lo prefiero a estos veranos abrasadores.
Saludos.
El otoño es la estación de la melancolía. Prefiero los meses de calor.
ResponderEliminarUn abrazo.
El otoño me parece un encantador de melancolías, lo acepto así como viene, me saltaría el invierno si pudiera, no me gusta el frío. Se ve todo tan triste desde mis ojos que ya nunca mas nos conciliaremos.
ResponderEliminarA mi también me alegra leerte, en comentarios, y por supuesto mucho mas tus hermosas poesías, te dejo un abrazo, y te deseo una lindas, tranquilas y amorosas fiestas en familia.
De barro y luz, la luz del otoño tiene su encanto para mucha gente, para mí es insuficiente, necesito mucha más...
ResponderEliminarAbrazo
Fackel, mi versar es humilde, difícil estar a la altura de Manrique.
ResponderEliminarYo también pienso como tú sobre las estaciones de ahora, ya no son lo que eran. Creo que moramos en el mismo entorno, muy cerquita. Y es cierto que todo está muy trastocado.
Vivamos el presente lo mejor que podamos y cuando el futuro se pronuncia, veremos cuánta experiencia hemos adquirido en el camino...
Abrazo
Sí Rafael, estoy contestando en invierno, pero te diré que a mí el otoño no me ofrece la suficiente luz y no logro apreciar con nitidez sus colores desde mi estado de melancolía...
ResponderEliminarAbrazo
Soco, seguramente tienes razón y sea la estación más bella del año, pero yo soy más de primavera y de verano, necesito luz, mucha luz...
ResponderEliminarAbrazo
Toro, yo prefiero el verano aunque sea abrasador, el otoño me puede, me aletarga y el invierno me remata...
ResponderEliminarAbrazo
Entonces coincidimos, Sara, yo también tengo esas preferencias.
ResponderEliminarAbrazo
Así es, Cecy, en mí produce una profunda melancolía que me aletarga y me quiebra el ánimo y la voluntad. Yo también, como tú, me saltaría el invierno, tampoco me gusta el frío...
ResponderEliminarNos seguimos leyendo, Cecy, y felices fiestas para ti y los tuyos también.