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“El miedo a la libertad
es contrario
a la razón”,
me lo
dicta el corazón,
pero
no sé si es verdad.
Ni
leyendo a Erich Fromm
he
logrado contestar,
en
base a su postular,
lo que
implica esta cuestión.
Mis
preguntas se diluyen
en
rutinas cotidianas,
ellas
fluyen de mis canas
y, aunque
no saben, intuyen.
El
sistema nos enseña
a acatar
sin rechistar
y al
que osa protestar
le da “cera”
y le da “leña”.
Sobran
velas y veletas.
Falta
luz y pensamiento.
La
democracia es un cuento
gobernada
por caretas.
Los
barrotes de las jaulas
suelen
albergar alpiste,
pon en
duda lo que viste
y lo
que aprendiste en aulas.
Los
cerrojos de la mente
son
los que apresan el alma,
si
queremos tener calma
es
preciso usar la frente.
Impersonem
