Tus ojos, dos aceitunas
de negra piel, centellean.
Tu cara es el Sol de día
de noche la Luna llena.
Tu pelo larga melena
con la que el viento juega.
Tus labios pan con azúcar
y cremita de cerezas.
Tu pulso, cuando galopa,
un caballo de carreras.
Tu corazón un volcán
con lava de amor en vena.
Tu nombre canto de hierba
con aromas y matices.
Tu vida mi vida entera
que quiero que sea eterna.
Así te miran mis ojos
y en mi retina te quedas.
Así en mi corazón te llevo
por siempre y para siempre.
Impersonem.