Hoy que los oscuros mundos de la economía mundial están en convulsión, y que los exégetas y gurús de las teorías económicas intentan explicar la hecatombe sin poner sobre la mesa o en la construcción de sus argumentos todas y cada una de las variables que nos han precipitado a esta realidad, quiero reflejar aquí y ahora un pensamiento poético-social de mi admirado León Felipe:
NO ME CONTÉIS MÁS CUENTOS.
Ya se han contado todos.
Todos se han dicho y todos se
han escrito...
y todos se han ovillado y
archivado,
los ha contado el viejo
patriarca,
los han contado el coro y la
nodriza,
los han dicho un idiota lleno
de estrépito y de furia,
se han grabado en la ventana y
en la rueda
y se han guardado en cajas
fuertes las matrices.
Hay réplicas exactas de todas
las tragedias,
discos fonográficos de todas
las salmodias,
y placas fotográficas de todos
los naufragios.
Ningún cuento se ha perdido.
Estad tranquilos.
Se sabe que el poema es una
crónica
que la crónica es un mito,
la Historia una serpiente que
se muerde la fábula
y el poeta doméstico el
cronista del rey y el arzobispo... el narrador de cuentos.
Todos se han registrado.
Y todos están vivos todavía.
Ahí pasa el pregonero:
"¡Cuentos!...
¡Cuentos!... ¡Cuentos!..."
Es aquel viejo vendedor de
sombras y de risas
que ahora pregona cuentos.
Pero yo no quiero cuentos...
No me contéis más cuentos.
2
SÉ TODOS LOS CUENTOS
Yo no sé muchas cosas, es
verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la
mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del
hombre los ahogan con cuentos,
que el llanto del hombre lo
taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los
entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los
cuentos.
Yo sé muy pocas cosas, es
verdad,
pero me han dormido con todos
los cuentos
y sé todos los cuentos.
(León Felipe, "Llamadme
publicano").