sábado, 30 de enero de 2010

RUTINARIOS DÍA DE LA PAZ



Bosquejo hecho por mi hijo del día de la paz,
con la promesa de que mañana me haría algo
más elaborado.




¿Quién puede hablar hoy de la paz o escribir sobre ella sin miedo a que le estallen las palabras en la boca o le reviente la pluma?

Todos los treinta de cada enero se conmemora el día escolar de la no  violencia y la paz (UNICEF);  y, también, el 21 de septiembre de cada año el día internacional de la paz (ONU) (yo no soy partidario de estos días, pero ahora no voy a exponer las razones). Días que se llena de actos simbólicos y, tengo la sensación, que bastante rutinarios. Solemos pedir la paz mundial lanzando globos al viento con mensajes dentro, soltando palomas y leyendo manifiestos demandando de los gobiernos que hagan algo para asegurar la paz. Esta conmemoración se repite año tras año durante estos días, pero los 365 días de cada uno de estos años ha estado sembrado de sangre en muchas partes del planeta como consecuencia de las guerras, donde se emplean armas que alguien fabrica... ¿Quién las fabrica? ¿Por qué las fabrican? ¿Para qué las fabrican? ¿Quiénes comercian con ellas?

¿Podrá haber paz mientras haya un negocio de armas?

Considero que haríamos mucho más por la consecución de la paz mundial si en vez de pedirla un día a quienes no están dispuestos a escuchar, gritáramos todos y cada uno de los días del año contra la guerra, contra quienes la provocan, contra la violencia y contra todas esas cosas que llevan consigo la desesperación de quienes las padecen.

No creo que desde el tópico de las palomas blancas y de los globos al viento se consiga nada en favor de la paz mientras creamos que las cosas se van a solucionar con el apretón cínico de manos, escenificado y protocolizado con la ostentosa rutina del engaño, de quienes, teniendo la capacidad de decidir sobre ello, nunca deciden nada que vaya o pudiera ir contra el sustancial, para gente muy influyente, negocio de las armas... y es que el negocio de las armas quebraría sin las guerras... ¿Y quiénes son los que están interesados en que este negocio no quiebre...? El que tenga oídos oiga, el que tenga ojos vea, y el que quiera entender entienda...

¡Dejemos ya de hablar solamente de la paz! ¡Hagamos la paz! ¡Exijamos la paz todos y cada uno de los días del año! Gritemos basta ya de guerras fratricidas, basta ya de sangre, basta ya del negocio de las armas, basta ya de hacerse ricos a base de derramar sangre inocente...

¿La paz en el mundo?... No existe, seamos claros y realistas. La paz en el mundo es una parodia de cartapacios, tratados y discursos al uso vacíos de contenido y carentes de la más mínima eficacia para alcanzar el fin último de una paz real... Y esta paz no se alcanza, porque hay muchos interesados muy influyentes (suelen imponer que en determinados países el poder se ejerza con prepotencia, la justicia con arbitrariedad y que la falta de escrúpulos se convierta en la norma fundamental del Estado) que están dispuestos a lo que sea para que el negocio de las armas y otros negocios de dudosa e inconfesable legitimidad sean prósperos fomentando tantas guerras como les sea posible...

No sé si fue Gandhi el que dijo: "El primero que levanta el puño es al que primero se le han acabado las ideas". Bien, pensando en esta frase, y mirando el semblante de este mundo convulso y hostil en el que habitamos, se podría llegar a la conclusión de que a muchos de los gobernantes de este mundo hace tiempo que se les acabaron las ideas. Y yo digo: con tanto puño alzado para conquistar parcelas ¿en qué lugar quedan las ideas?... tal vez inermes e indefensas ante el "arma que no piensa" e impone que la "razón de la fuerza" siempre esté de parte de quien, sin escrúpulos, la emplea.

Y también alguien dijo: "Las palabras PAZ y JUSTICIA probablemente sean las más hermosas del diccionario, y si los hombres ya no las conocen nos tendremos que echar a llorar".

Yo pienso que para que no nos tengamos que echarnos a llorar, y para que los que lloran hoy en día a sus muertos de guerra no aumenten exponencialmente en número, nos tendremos que poner a trabajar para conseguir la paz todos los días del año y no conformarnos solamente con las conmemoraciones rutinarias de un día...

¡Gritemos contra la guerra y contra las injusticias! ¡Gritemos contra quienes las provocan! ¡Exijamos la paz!... Sumémonos los que vamos en esa dirección, porque uno más uno más uno y más muchos unos... pueden cambiar todo ¿Por qué tenemos que pedir a esa minoría poderosa, rogar a esa minoría poderosa, e incluso mendigar de esa minoría poderosa, lo que podemos conseguir como mayoría demandante?... uno más uno, uno más uno, uno más uno, uno más uno... no para otorgar poder a la minoría sino para otorgarnos poder a la mayoría... la paz mundial sólo será posible cuando el ser humano despierte de la hipnosis a la que está siendo sometido por los poderes fácticos visibles e invisibles...

Creo que fue Sissa el que dijo : "Cuando los pollos dejan de pelearse por la comida descubren con asombro que había suficiente para todos"... pero tal vez los pollos humanos no dejen de pelearse por la comida mientras no se libren de la manipulación mental e hipnótica a la que están siendo sometidos por algunos "pajarracos" a través de determinados métodos conductistas donde al engaño se le llama subliminal y a los engañados... (que cada cual los defina según su buen criterio).

Cada día de la paz habidos y por haber, ¿Cuántos inocentes han muerto y morirán como consecuencia de las guerras? ¿Quiénes son los responsables? ¿Seguimos lanzando globitos al aire y soltando palomas un día o nos ponemos manos a la obra todos los días para pedir, exigir, y conseguir la paz?
Tú decides...

Impersonem.