Como
decían que estábamos en un Estado de Derecho, salí a buscar la razón, pero todo
el mundo me hablaba de dinero; Salí a buscar el dinero para ver si podía tener
la razón, pero todo el mundo me hablaba de intereses. Entonces perdí el interés
por la razón que podían venderme y lucho cada día para que el negocio de los
vendedores de razones quiebre. ¿Pero qué fuerza pueden tener los argumentos
razonados y razonables de un humilde, aunque dicen que soberano, ciudadano
contra los instrumentos de los "Dioses del Olimpo" a los que se les
ha dado la facultad inmune e impune de concluir que lo que todo el mundo ve
como blanco es negro?...
Impersonem