(imagen sacada de Wikipedia)
Esta noche creí soñar que soñaba
que el gallo del alba
despertaba
mi sueño con estas palabras:
"Peregrino del tiempo
levanta tu alma
de ese catre de entuertos,
no te rompas los dientes
masticando mordazas".
Y al salir a la calle
me hablaban los pájaros
y a coro decían:
"Tranquilo, extiende tus alas".
Y un humilde gorrión
me previno:
"Cuando inicies el vuelo
no descuides tu nido,
y cuidado con los muchos halcones
que vendrán a tu encuentro".
Y al andar el camino
que está junto al río,
con voces de ramas
me hablaban los árboles,
y al susurro del viento
me fueron diciendo:
"Tranquilo, no aceleres el paso,
no malgastes tu savia
persiguiendo fracasos".
¡Pero no hice caso!
Y con las alas plegadas
y el paso agitado,
me fui caminando
hasta quebrar mis fuerzas,
y al caer de panza
me hablaron las piedras
con estas palabras:
"Tranquilo, levántate y anda".
Mas todo fue un sueño
que quedó en nada
cuando, al despuntar el día,
el gallo del alba cantó:
"Kikirikí, kikirikí,..."
Impersonem.