Amanecer en el río Ganges.
(Foto sacada de Wikipedia).
Hace tiempo quemé mis vanidades,
de lo cual, aunque esté mal, presumo,
y ofertadas en ceniza y humo
dejelas sepultadas en el Hades.
Mi cerebro guarda vaguedades
de algunos dogmas que ya no asumo,
pues, aunque el Pontífice sea Sumo,
no me convencen tantas salvedades.
Y si en el juicio que espera a los impíos,
per saecula saeculorum predicado,
he de dar cuenta de mis líos,
no me arrepiento de nada de lo andado,
y aunque inconfeso, bañéme en tantos ríos
que, como del Ganges, no salí limpio mas sí purificado.
Impersonem
Nunca arrepentirse de lo andado.
ResponderEliminarPor que es lo que nos ha fortalecido.
Besos.
Exacto Cecy, y de ello hemos aprendido...
ResponderEliminarUn abrazo.
Ser consecuentes con lo vivido es una de las bases principales para el equilibrio pesonal.
ResponderEliminarSalu2:
Seriecito, bienvenido,gracias por pasar por aquí y dejar tu comentario estoy de acuerdo, aunque a veces ese equilibrio se desarrolla en cuerdas flojas y filos de navaja... ¡es la vida!
ResponderEliminarSaludos.
No debemos arrepentirnos de nada de lo que hemos hecho en un pasado, aunque muchas veces lo hacemos, pero en las equivocaciones está el aprendizaje y crecimiento personal, son los que nos ayudan a crecer, a madurar...
ResponderEliminarGracias Impersonem por tu visita, veo que eres cáncer como yo.
Un beso.
Me ha encantado tu forma de escribir!
ResponderEliminarLo imortante no es el juicio que un dia te puedan hacer, si es cierto que se hace, lo importante es no arrepentirse de lo vivido y poder decir que repitirias todos tus momentos, pues decidiste vivirlos y salieron bien!
Lo importante del rio no es el agua que lleva, no es la limpieza externa que esta te pueda dar, lo mejor de ellos es la limpieza interior que te regalan cuando sus aguas recorren tu cuerpo y poco a poco te vas sintiendo mas libre, mas puro, mas fiel...
Besos!
PD: gracias por tu visita!
Abrazo, Impersonem, hermosa tu proclama de vida. Muy profunda y con mucha energía.
ResponderEliminarHasta luego, amigo,
REL
Bienvenida María, gracias por pasar y dejar tu comentario. Las experiencias cimentan nuestras vidas... y yo también creo, como tú, que los errores enseñan más que los aciertos... sobre todo si aprendemos a corregirlos y declinamos el repetirlos...
ResponderEliminarLeón Felipe, mi poeta preferido, dice algo así: "La poesía se apoya en la biografía y de la leche agria se hace el requesón...", las duras experiencias enseñan mucho.
Sí, soy cáncer... un cangrejo que muchas veces aulla a la Luna...
Besos.
triste_vida, gracias por tu visita. Gracias por tus comentarios. Coincido con tus apreciaciones y ahí andamos... en ese eterno viaje hacia nuestro interior... un viaje al interior de la con-ciencia...para más tarde continuar al interior de la consciencia...hay que separar el trigo de la paja, pero ambos elementos nos resultan extremadamente útiles...
ResponderEliminarBesos.
Roberto, gracias por tu visita, por tu generoso comentario, y por ayudarme tanto a pensar haciéndome partícipe de todo lo que escribes.
ResponderEliminarUn abrazo.
"...pues tengo por bien vivido lo vivido" Me llegan plenamente tus versos y estoy en ese camino de asumir lo vivido como parte de mi bagaje. Ayudan los años que voy cumpliendo....para algo han de servir. Un afectuoso saludo.
ResponderEliminarGracias Maria Uval por tu visita, agradecido por tus comentarios. Claro que ayudan los años, a través de ellos las experiencias nos enriquecen...
ResponderEliminarSaludos.
Es magnífica la expresión: quemar las vanidades. Todas ellas. Yo aún estoy persiguiendo alguna para arrojarla al fuego.
ResponderEliminarGracias por tu visita a La Acequia, en la que tus palabras serán bien acogidas siempre.
Gracias Pedro Ojeda por tu visita y tus comentarios. Sé bienvenido. Gracias por la hospitalidad que me ofreces... seguro que te visitaré muchas veces...
ResponderEliminarSaludos.
Antes que nada, mil perdones por tardar en visitarte. Me quedé muy atrasada con los comentarios y te diría...atrapada en un post imensado pero necesario.
ResponderEliminarEn fin, pero aquí estamos.
Me recordaste la historia bíblica de Naamán, aquel sirio que luego de siete chapuzones en el Jordán, salió limpio...y sano.
Conocés la historia?
Me gusta cómo escribís. Tu poesía tiene marco y lienzo.
Una pinturita!
Un beso
♥
Quien reflexiona por adelantado tiene mucho menos de que arrepentirse.
ResponderEliminarY muchos más motivos para seguir reflexionando.
Abrazos.
Si hay algo de lo que no me arrepiento es de lo andado, con sus aciertos y errores pero lo que me hace tener mas experiencia en la vida...
ResponderEliminarUn besito y una estrella.
Mar
Gracias por tu visita, Ferípula, pasa cuando quieras, la puerta está abierta.
ResponderEliminarNo conocía la historia de Naamán... he mirado y veo que era un General Sirio que enfermó de lepra, y gracias al profeta Eliseo pudo curarse después de bañarse en el Jordán... también veo que por ahí anda el número 7, número sagrado en la cultura hebrea...
Yo hablo de bañarse en las experiencias y aprender de ellas...
Gracias por tu generoso comentario sobre mi forma de escribir.
Besos.
Gracias ybris por pasar por aquí.
ResponderEliminarAhí andamos... buscando respuestas...
Abrazos.
Gracias mar por pasar por aquí. Se hace camino al andar (dijo Machado), así es, aprendemos de las experiencias.
ResponderEliminarBesos.
No tienes nuevo post, pero te dejo mi huella.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias María por pasar, no tengo nuevo post, no he tenido tiempo, en breve...
ResponderEliminarBesos.