miércoles, 10 de diciembre de 2008

MELANCOLÍA

Si me pusieran el melancolímetro
daría un alto grado de melancolemia,
sería como poner el alcoholímetro
bajo el brazo de la alcoholemia.

Transito laberintos complicados
buscando la salida hacia el destino,
buscando la estela de los hados
que me indique mi camino.

Persigo esperanzas despeñadas
por la ladera de los sueños,
eternas ilusiones empeñadas
en favor de muchos dueños.

Construyo momentos del pasado
con piezas olvidadas en los rincones
de mi triste corazón ajado,
empujando pesos a golpe de riñones.

Duermo y sueño salidas,
despierto y salgo derrotado,
y como Job me lamo las heridas
y asumo mi destino resignado.

(impersonem)