Árbol seco
desechado a la maleza,
te veo en el horizonte
cuando alzo la cabeza.
Detrás del atardecer
tu sombra se adormece,
preludio de muerte oscura
de todo lo que perece.
Ya todo se te anochece
árbol de mi soledad,
la muerte se llega pronta
con la cara de ansiedad.
Pronto serás astillas
en una lumbre hogareña,
el calor de tus entrañas
surgirá de buena leña.
Espíritu de humo,
manto de fuego,
vuela con el aire
como en un juego.
Alma de madera,
savia e incienso,
¡qué tristes mis días
cuando en ti pienso!
Atardecer callado,
sueños de fuego,
incienso y humo,
como en un juego.
Impersonem.
Me ha gustado. Sencillo, armonioso, sensible.
ResponderEliminar... Como en un juego...
ResponderEliminar